consuelo domas Agonía de la reina COLECCIÓN " RICARDO MIRÓ PREMIO POESIA-1994
Consuelo Tomás Isla Colón, Bocas del Toro 1957. Poeta, narradora, actriz de teatro paro niños. Se graduó como Trabajadora Social. Fue integrante del colectivo musical Demetrio Herrera Sevillano y del Frente de Trabajadores de la Cultura. Fue editora del plegable Temas de Nuestra América y Coordinadora del colectivo de poetas jóvenes La otra columna. Miembro de la Compañía de Teatro y Títeres Cataplún como actriz, autora de canciones y co-autora de guiones y adaptaciones. Participó en la organización del colectivo de cultura El grupo y del Centro de Imagen y Sonido (CIMAS). Laboró como co-editora y articulista de la revista ESTE PAÍS y como parte del colectivo de corresponsales de lo revista Pensamiento Propio de Nicaragua. En la actualidad, ejerce el periodismo cultural como editora de la revista mensual DÉCADA y es miembro de la Comunidad Centroamericana de Escritores . Parte de su trabajo aparece en lo antología de mujeres centroamericanas IXOK-AMARGO (inglés-español) USA; Antología de poesía hispanoamericana (ed. Revista Mairena, Puerto Rico) Obra publicada: Y digo que amanece (antología del Premio IPEL 1979); Ciudad de sal (Revista IMAGEN); Confieso estas ternuras y estas rabias (Ed. Formato 16, 1983); Las preguntas indeseables (Ed.Formoto 16, 1984) Cuentos rotos (Ed. Mariano Arosemena 1991); Motivos generales (Ed. Búho, Rep. Dominicana, 1992), Apelaciones (2do. lugar premio Gustavo Batista 1992, Ed. Mariano Arosemena). Mantiene inédito Elcuento Edén (poesía) . Portada: Acuarela de Arsecio Guardia
Consuelo Tomás Agonía de la reina (o los diálogos necesarios) COLECCIÓN RICARDO MIRÓ • PREMIO POESÍA 1994
Agonía de la reina (o los diálogos necesarios) Instituto Nacional de Cultura Dirección Nacional de Extensión Cultural Departamento de Letras
Agonía de la reina (o los diálogos necesarios) © Consuelo Tomás © Primera edición, septiembre de 1995. Editorial Mariano Arosemena del Instituto Nacional de Cultura. Apartado postal 662, Panamá 1, Panamá. Se prohibe la reproducción parcial o total de este material. Derechos reservados conforme a la Ley. Tiraje: 2,000 ejemplares Impreso en la Impresora de La Nación
A mi abuela Cristobalina, a quien no conocí. A mi madre Olga, que creció sin ella. A mi sobrina Elena, que correrá con mejor suerte que las dos,
Agonía de la reina
Darte la vida en estallidos de la carne y perderme en ello. Fue la máxima consigna que coronó el universo en mis cabellos. Cruce del cielo y del infierno mi vestido de flores. Me di en las cascadas de tu aliento en la luz derramada por los vasos de tu día. En la efervescencia y la pólvora con el dolor surcando los contornos de este tiempo. Limpié lágrimas y escombros después de las conflagraciones con una caravana de fantasmas cruzándome la calma. Sembré las flores arrancadas de mi risa y te puse con ellas un jardín en el pecho. 11
Era un levitar de aromas en mis senos una comparsa de libélulas cantándome en el vientre un olor de mangos en las manos esparcido. Era mi cuerpo el lecho de tu río la caverna oscura en que para tu calor hube de inventar el fuego. Multipliqué los panes para tu hambre de niño y se fue deshojando el árbol que cuidé para ti contra el frío de todos los inviernos. En ramas desnudas bajo un cielo de plomo vi tornarse mis brazos extendidos. 1 2
Cuando un pedazo del sol agonizaba en mi ventana y tus ojos miraban caer meteoros de cruda lejanía yo contaba los hijos que perdí en guerras sin nombre los animales enjaulados en mi boca y los días vagabundos con el musgo entre mis piernas que no tuvo sello. Barcos fantasmas vi partir desde mi cuerpo. Mordí la ácida fruta de los nocturnos desamparos y las horas incrustaron alfileres de veneno en mi carne fugitiva. 1 3
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